Pasión por Cádiz

Mi foto
Cádiz, Andalucía, Spain
AB ORIGINE SEMPER FIDELIS. IN PERPETUAM, SEMPER ET UBIQUEM GADES. QUI POTERS CAPERE, CAPIAT.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Una viajera inglesa en Cádiz (2ª parte)

Elizabeth Boyle O'Reilly escribió el libro "Heroic Spain" en 1911, en dicha obra, el capítulo 19 está dedicado a Cádiz, en él, la autora relata el viaje realizado en enero de 1910 a nuestra ciudad partiendo desde Sevilla.

La escritora hace un pequeño esbozo histórico de las épocas que, a su juicio, fueron las más importantes de la ciudad: "Cádiz, la ciudad más antigua de occidente, ha vivido cada momento de los pueblos que fueron conquistando España. Cuando Roma fue fundada ya tenía cuatrocientos años. Ha sufrido tremendos cambios; durante la época de los Césares un gran apogeo, que la convirtieron en llave de Andalucía, con la caída de Roma se olvidó su nombre. Resucitó con el descubrimiento del Nuevo Mundo, cuyos barcos anclaban en su puerto. Estos cambios de poder se ven en la afirmación de que en 1770, esta ciudad era más rica que Londres. Al perder las colonias, de nuevo, Cádiz se sumergió en la mediocridad pero siempre satisfecha de su propia dignidad".

Elizabeth Boyle describe en este párrafo la fisionomía de la ciudad, en la época que escribe aún no se habían descubierto los descubrimientos y yacimientos arqueológicos que ahora tenemos, la vista panorámica que describe está hecha desde la zona del puerto más cercana a San Juan de Dios, y los parques del oeste que nombra es el actual lugar de la Alameda y Parque Genovés, el camino al castillo de San Sebastián sigue de la misma forma en nuestros días:  "Es curioso que siendo tan antigua, no hay arquitectura de la antigüedad. Las murallas han sido convertidos en paseos, por los que es un placer caminar; desde ahí se vislumbra la bahía y el puerto lleno de barcas de pesca, la tierra firme y más allá las montañas de Ronda; hacia el norte está Palos, desde donde las tres carabelas, la Pinta, la Niña y la Santa María se dirigieron a occidente el 3 de agosto de 1492".




Al otro lado de Cádiz está el océano y espero que algún día esta ciudad extienda el parque hasta el lado oeste, donde las olas rompen con tanta magnificencia. Una estrecha carretera lleva al faro de San Sebastián, nuestro paseo favorito al atardecer para ver las barcas navegar hacia el puerto cada tarde. Las puestas de sol que vimos en Cádiz eran una mezcla llameante de oro y rojo, parecidas a las del otro lado del Atlántico. Aquí por primera vez los sabios piensan sobre el fenómeno de las mareas y sobre la inmensidad del océano. Creían que existían las mareas porque fuertes vientos o animales tiraban de ellas cuando el sol se había sumergido por el occidente y regresaba por el este por túneles subterráneos".


Otra de las sensaciones de la viajera son los habitantes de la ciudad, a los que describe de forma positiva por su carácter abierto, servicial y sin dobleces: "Cádiz, siempre será un estimulante recuerdo. Su aire nos llena de vitalidad, de sensaciones, de alegría; cuando un organillo o una pandereta suenan por sus calles, de las ventanas cercanas arrojan monedas. La gente es amable, transparente, sin segunda intención. Posponen sus ocupaciones o su trabajo para orientarnos por las complicadas calles y sonríen si intentamos gratificarles por sus servicios.  







Detalles como este dan una agradable impresión del lugar y esta ciudad se ha mostrado a otros viajeros de la misma manera.  Lord Byron, a quien esta "renombrada tierra Romántica", como él la llamaba le fue sumamente simpática, escribió a su madre en 1809: '¡Cádiz, dulce Cádiz!, el primer lugar de la creación. La belleza de sus calles y mansiones sólo es superada por el encanto de sus habitantes, las mujeres más bonitas de España' ".


Fin de la segunda parte


Bibliografía: "Heroic Spain" de Elizabeth Boyle O'Reilly
 






No hay comentarios:

Publicar un comentario