Pasión por Cádiz

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Cádiz, Andalucía, Spain
AB ORIGINE SEMPER FIDELIS. IN PERPETUAM, SEMPER ET UBIQUEM GADES. QUI POTERS CAPERE, CAPIAT.

martes, 12 de septiembre de 2017

Una viajera inglesa en Cádiz (1ª parte)


Elizabeth Boyle O'Reilly escribió el libro "Heroic Spain" en 1911, en dicha obra, el capítulo 19 está dedicado a Cádiz, en él, la autora relata el viaje realizado en enero de 1910 a nuestra ciudad partiendo desde Sevilla, relatando el camino como "cien millas de este encantador rincón de Andalucía, con naranjos, olivares, pinares, setos de cactus y manadas de los más espléndidos toros". 

 
Tras el viaje por tierra interior, la escritora empieza a intuir que Cádiz está próxima y escribe: "Cuando nos aproximamos a la costa, aparecieron grandes pirámides de sal, lo cual indicaba otra industria; de hecho, todas las partes de Andalucía que visité estaban bien cultivadas, a pesar de que las guías de viaje se lamentan de su atraso".
 
 
 
 
 
Elizabeth Boyle O'Reilly ya tiene a la vista nuestra ciudad y sus impresiones las plasma así: "Pronto recibimos bocanadas de aire marino. La primera vista de Cádiz, situada en el mar, es impresionante. Sólo una pequeña línea de arena de seis millas de largo la une a tierra firma; al rodear la cosa, pasando por San Fernando, la vigorosa pequeña ciudad en medio del Atlántico forma un maravilloso cuadro. El mar, azul, la ciudad, deslumbradoramente blanco.
 
Dentro de la triple línea de murallas y fosos que defienden su única entrada por tierra, la 'tacita de plata', como sus habitantes la llaman, tiene un carácter tan propio como a distancia. Está milagrosamente limpia, sus calles parecen estar tan bien barridas como un pueblo holandés. Al final de estas estrechas callejas se puede captar el destello del mar al este, al norte, al oeste. Cuando llueve, Sevilla se convierte en una miseria de fango, pero en Cádiz, sus buenos desagües hacen que se adecente más incluso con ese tiempo.
 
El patio (cuando los ingeniosos tirios llegaron a España para cambiar por oro sus varias mercancías, hollando sus playas olvidaron el provecho. Y sin esperarlo, estos semitas se ennoblecieron) del resto de Andalucía no se encuentra aquí, ya que, estando tan limitada, la ciudad no puede no puede expandirse y ha de construirse hacia arriba. en la parte superior de estas altas casas, cuyos pintorescos balcones verdes ayudan a dar ese aire de acicalada pulcritud general, están los miradores, pequeñas torres antiguamente construidas por los comerciantes como atalayas, desde las cuales vigilar el regreso de los galeones. 
 
 
La vista desde un mirador no tiene igual: la limpia blancura de cientos de terrazas, los campanarios de azulejos y una multitud de miradores, la hacen como una segunda ciudad en sí misma, que evoca a Oriente, una extraña ciudad en medio del deslumbrante azul del océano.
La ciudad está rodeada casi por completo por altas murallas al mar de cuatro millas de largo y en el lado del atlántico, las olas rompen con estruendo, arrojando espuma hasta veinte pies de alto. Hay algo espléndidamente valeroso en Cádiz.


Uno de los pocos lugares de Europa obligados a luchar por su existencia con el enemigo constantemente a sus puertas prosperó y sigue prosperando siglo tras siglo .  Es la ciudad más antigua de España, fundado por marinos, fenicios más de mil años antes de la era cristiana".


Fin de la primera parte.

Bibliografía: "Heroic Spain" de Elizabeth Boyle O'Reilly

3 comentarios:

  1. El día 1 de septiembre regresé de ahí después de pasar unas vacaciones por la playa Victoria, ya hace muchos años que suelo veranear ahí donde no sólo disfruto de sus playas, también me gusta perderme por su casco histórico y empaparme de su historia.

    Saludos

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  2. Bienvenida tanto a la ciudad como a este blog las veces que quiera entrar.

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  3. Excelente entrada. Aprendo Y me deleito leyendo estas páginas. ¡Olé tu menda!
    ¡¡¡GRACIAS!!!

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