Don Eduardo Benot Rodríguez nació en Cádiz el 26 de noviembre de 1822 en la calle de la Virreina, que fue demolida para ampliar la plaza de la Catedral, justo en los edificios que en la actualidad se encuentran enfrente a dicho templo.
Se educó en la escuela de don Antonio Hurtado, pasando luego al colegio de don Pedro de 0'Crowley, donde comenzó sus primeros cursos de inglés y francés.
Entró en el mundo del periodismo muy joven, cuando aún no tenía quince años. Escribió 'La defensa del pueblo', con veinte años dirigió el periódico 'La alborada' junto a José MacPherson, cuando cumplió veintiocho años ya tenía escritas trece obras de teatro.
Fue alumno del colegio de San Felipe Neri, en 1840 obtuvo plaza en la Diputación, con despacho en el Hospicio, donde fue nombrado oficial mayor en 1842, cargo al que renunció en 1847. A su vez, en septiembre de 1843 entró a formar parte de la Milicia Nacional, con el cargo de cabo en la sección de artillería.
Sustituyó a Juan José Arbolí y Acaso en la cátedra de filosofía en 1848 de su colegio, en 1852 fue nombrado director hasta 1869 que adquirió la propiedad de la institución. En esa época publicó sus célebres 'Gramáticas ollenodorffianas', la francesa en 1851, la inglesa un año después, la italiana en 1853 y acabó con la alemana al año siguiente. En 1864 compró en París todo el material para montar un gabinete de física para el colegio, que fue considerado entonces como el mejor equipado de España.
Fue catedrático de geodesia y astronomía en el Observatorio de San Fernando, su obra 'Utilización de la fuerza del mar' le valió el título de Correspondiente de la Academia de Ciencias que publicó su trabajo.
Entra en política tras la revolución del general Leopoldo O'Donell en 1854 y fue nombrado concejal del ayuntamiento gaditano a cuyo cargo renunció. Militó en el Partido Demócrata en 1866 y perteneció a la Junta Revolucionaria Provincial. En 1869 al estallar el movimiento de los partidos federales de Andalucía, fué detenido por orden telegráfica del general Juan Prim, y estuvo preso en el Castillo de Santa Catalina, tras este suceso, fue elegido Diputado a Cortes por Jerez de la Frontera, venciendo al candidato de Prim por veintitrés mil votos de diferencia.
En 1872 fue elegido senador, pronunció su famoso discurso sobre cuestiones relativas a las colonias de ultramar que fue traducido a diversos idiomas. Nombrado secretario de la Asamblea Nacional cuando abdicó el rey Amadeo I de Saboya, y proclamada la República, se le nombró ministro de fomento, cuyo cargo ejerció poco tiempo, renunciando a su sueldo de ex-ministro. A su iniciativa se debe la ley del trabajo de los niños, donde se penalizaba el empleo infantil en la nación, además de la fundación del Instituto Geográfico y Estadístico.
Después del golpe de estado del general Manuel Pavía el tres de enero de 1854, se exilió a Portugal y trabajó en el periódico 'La Europa', hasta que Cánovas del Castillo consiguió que lo expulsaran de Lisboa, estableciéndose de nuevo en Madrid.
Entre sus libros más importantes, además de las citadas gramáticas, se cuentan 'Metrificación española, sinalefa y diptongos', 'Aritmética general', 'Resultante de los movimientos giratorios con aplicación a la astronomía', 'Cuadros sinópticos de Gramática, Psicología y Dialéctica', 'Nueva gramática francesa', 'Estudios sobre Shakespeare', 'Artículos científicos', 'Discursos académicos y parlamentarios', la zarzuela 'El martirio' y la obra dramática 'Mi siglo y mi corazón'.
Entre sus proyectos que no llegó a ultimar figura la fundación de un 'Banco Nacional Agrícola' y varios trabajos sobre cuestiones sociales y económicas. Desde 1860 ostentaba el título de Correspondiente de la Academia Española, siendo nombrado académico de número en 1885.
Aún enfermo de la vista en sus últimos años, no dejó de producir hasta su muerte a los 85 años de edad, repitiendo siempre "Me he de morir sin acabar de hacer todo el bien que yo deseara".
Murió en Madrid, el 27 de julio de 1907. En el salón de plenos del ayuntamiento de Cádiz, hay una lápida que le recuerda con un escueto 'Eduardo Benot. Gaditano'
gran entrada! Como dato, añadir que Eduardo Benot fue profesor de Fermin Salvochea en el colegio San Felipe en Cádiz, y que mantuvieron toda su vida una fuerte amistad. De hecho, Salvochea le solía comprar sandias en el mercado cuando ambos vivían en Madrid, porque para un Benot tan mayor, resultaba un fastidio cargarlas jejeje
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