Todos los historiadores y cronistas actuales y de la época coinciden que Robert Devereux, Conde de Essex, Sir Walter Raleigh, y el Almirante Charles Howard de Effingham, Duque de Nottingham, asaltaron y saquearon Cádiz el 30 de Junio de 1596 con una escuadra naval anglo-holandesa durante la guerra anglo-española que transcurrió de 1585 a 1604, además confirman que no se desembarcó ni en la zona de la Alameda, ni en el puerto de la ciudad, sino que se hizo aproximadamente donde se ubica actualmente el Puente Carranza y en la pequeña playa ubicada en la zona, para organizar de mejor modo el bloqueo de los auxilios que podrían llegar desde La Carraca y las posibles fugas de la población.
En aquel momento había en las aguas de la ciudad unas 40 naves españolas de guerra entre galeras, fragatas y galeones, aparte de una docena de naos de la Flota de Indias, estas últimas estaban desarmadas por lo que en los primeros momentos fueron a refugiarse a Puerto Real y al saco de la bahía, los comandantes invasores fondearon los buques (unos 150) en la zona frente a la actual Barriada de la Paz aunque luego dispusieron algunos sitiando la ciudad para vigilar que no hubiese ni auxilios ni fugas por vía marítima, y pusieron en tierra 6300 soldados profesionales, además de unos 1000 voluntarios y 6700 marineros.
Cádiz tenía en esas fechas una población aproximada de 6000 habitantes y era uno de los principales puertos de la época aparte de punto de partida de la Flota de Indias. A las dos de la tarde unos 2000 ingleses fueron los primeros que desembarcaron en la zona de Puntales sometiendo a la poca fuerza española que defendía el lugar bajo el mando del corregidor Don Antonio Girón, a las cinco de la tarde los atacantes tomaron el control de la ciudad con escasa resistencia, mientras otra parte de su ejército se encaminaba hacia el Puente Zuazo y el Castillo de San Romualdo en la Isla de León, que estaba defendido por fuerzas españolas más organizadas y fuertes por lo que desistieron el intento de conquista retornando a Cádiz.
Las tropas anglo-holandesas se dedicaron al saqueo de la ciudad, y así templos, especialmente Santiago y San Francisco al igual que su convento, o el aún recordado fusilamiento del cuadro de Nuestra Señora del Pópulo, fueron objetivo prioritario, también sufrieron el vandalismo las casas, los almacenes del puerto siempre a rebosar de la mercancía americana llegada en la Flota de Indias, también las personas fueron objeto de pillaje y atracos, aunque se respetó la integridad física de los gaditanos por norma general, pero no siempre se llegó a cumplir esta premisa.
Habida cuenta de que los asaltantes podrían hacerse con la flota española refugiada en Puerto Real, Alonso Pérez de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, y el Capitán Becerra, comandante de sus tropas, que eran los responsables directos de la defensa de la ciudad de Cádiz, decidieron y ordenaron su destrucción incluyendo las naves de la Armada que también estaban allí protegidas, tan nefasta gestión defensiva les valió incluso un soneto satírico escrito por Miguel de Cervantes. Al día siguiente, 3 de julio, las autoridades civiles y eclesiásticas de la ciudad refugiadas en el castillo de Cádiz con gran parte de la población, viendo que se encontraban casi sin armas ni alimentos, pactaron con las tropas inglesas la salida de los habitantes de Cádiz, a cambio de un rescate de 120.000 ducados y la liberación de 51 prisioneros ingleses capturados en pasadas campañas; los gaditanos salieron de la ciudad hacia el Puente Zuazo sin poder llevar más que lo puesto; en garantía por el pago del rescate pactado, varios ciudadanos principales de la ciudad, entre los que se encontraban el presidente de la Casa de Contratación, corregidores, regidores y religiosos, fueron apresados como rehenes. Aún así, fueron pocas, en proporción, las personas que abandonaron la ciudad, la mayoría se quedó a riesgo de padecer las estrecheces y tropelías de los asaltantes.
La ciudad de Cádiz quedó devastada y sumida en la miseria: además de las iglesias y hospitales se quemaron 290 casas de un total de 1.303; tras la partida de los ingleses, las autoridades españolas consideraron la posibilidad de fortificarla o desmantelarla, trasladándola al Puerto de Santa María; los ingenieros militares Luis Bravo de Laguna, Tiburzio Spannocchi, Peleazzo Fratín y Cristóbal de Rojas expusieron sus proyectos en este sentido.
Para más información del siguiente asalto que sufrió la ciudad de Cádiz, pincha en este enlace: EL ASALTO ANGLO HOLANDÉS DE 1625
Lista de rehenes. Pincha para ampliar.
Gracias por enseñarnos una parte tan poco conocida de nuestra Historia
ResponderEliminarLa verdad es que los angloholandeses hicieron una verdadera carnicería en el patrimonio artístico-cultural e histórico de la Muy Noble, Muy Leal y Muy Heroica Ciudad de Cádiz.
ResponderEliminarQuiero añadir un pequeño episodio, pero no por ello menos interesante, que complementa la magnífica narración de Brigadier Solsona: se trata de la vejación que sufrió la primitiva imagen de la Patrona de Cádiz, Nuestra Señora del Rosario. Al parecer, según los últimos hallazgos, la imagen original no era la que se quemó en el incendio del Convento de Santo Domingo en 1931, sino que era una talla anterior, similar a la Galeona, y que fue mutilada, quemada y arrastrada por los alrededores del Convento dominico. Al parecer fue llevada hasta Valladolid por algún inglés, permaneciendo en la actualidad en dicha capital castellana: es la conocida "Lady Vulnerata" que puede verse en el Colegio de los Ingleses de Valladolid.
Anda que bueno como sube esto de nivel....un saludo Antoñito
ResponderEliminarAl leer el blog de Brigadier todos salimos más instruídos y conocedores de historias fantásticas y apenas conocidas por los propios gaditanos, como la que ha añadido manolocadiz.
ResponderEliminar¡¡¡Este blog es un lujo amigos!!!
Un abrazo.
¡Qué gran repaso a la Historia, miarma!
ResponderEliminarTodo un lujazo...y subiendo.
Saludos.
Perfectamente contado amigo!!!. Si alguien quiere mas información sobre el asalto y entretenerse un rato, le aconsejo mi novelita "1596: cuando a Cadiz arribaron los ingleses" de venta en algunas librerias de Cadiz. buen verano!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Santiago, como verás, en la relación de libros que tengo en "La libreria" está, como no podia ser de otra forma, tu novela, la que por supuesto recomiendo
ResponderEliminarMagnifico. Todo lo que encuentro sobre Cádiz, lo copio y archivo, Soy un enamorado de la Historia. Un andaluz. gaditano, hispalense e italicense desde el año 1953. En el patio de mi casa tengo un gran trozo de los cimientos de las murallas de Italica. Saludos
ResponderEliminar