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Cádiz, Andalucía, Spain
AB ORIGINE SEMPER FIDELIS. IN PERPETUAM, SEMPER ET UBIQUEM GADES. QUI POTERS CAPERE, CAPIAT.

lunes, 27 de junio de 2011

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La Fábrica Nacional de Tabacos de Cádiz.


Historia

La Real Fábrica de Tabacos de Cádiz fue creada en 1741 por Felipe V y, en principio, se utilizó como sede el edificio en la calle Rosario, frente al nº 69. Posteriormente se traslada a la antigua Alhóndiga, edificio que era de propiedad municipal. En 1828, en plena crisis comercial y urbana en Cádiz, se realiza la cesión al Estado, representando éste la titularidad de la Fábrica de Tabacos.

Esa primitiva fábrica se cerró en 1870 por orden del Ministro de Hacienda, Don Laureano Figuerola. Se restableció por R. O. de 17 de junio de 1871, al parecer por influencia del Ayuntamiento ante el Regente Presidente del Consejo de Ministros, Sr. D. Francisco Serrano, que había nacido en la Bahía.


En esta reinauguración tuvo que ser por cuenta del Ayuntamiento de Cádiz la instalación de las maquinarias y la obra del edificio, obras de reforma que comenzaron en 1872. El Ayuntamiento cedió el edificio al Estado bajo la condición de que lo tenga mientras exista la Fábrica en Cádiz.



La Fábrica llevó una vida tranquila, hasta que en enero de 1881 y por iniciativa nuevamente del Ayuntamiento, se le da un nuevo impulso, entablándose conversaciones con la Hacienda Pública para ampliar la plantilla de obreras.        El Estado acepta a cambio de que los gastos de adaptación y ampliación vuelvan a correr a costa del municipio, convenio que se firma en septiembre de 1881.   Las obras costaron 734.211,69 ptas. y Hacienda acepta emplear a un total de 1958 operarias/os, más 1621 que ya existen en la plantilla, siendo finalizados los trabajos en 1885.    Estas obras dieron el aspecto que tiene actualmente y que cambiaron todo el antiguo edificio excepto la zona de bóvedas.    El proyecto se debe a Federico Gil de los Reyes y el resultado del proyecto fue un macizo y llamativo edificio de ladrillo visto, cerámica vidriada en cubiertas y algún detalle a mitad de camino entre las fábricas inglesas y la evocación tradicionalista.    La nueva fábrica se inauguró el 27 junio de 1887.



El Estado actúa con despreocupación, cosa poco inusual en un organismo público en la época del caciquismo político.    La Hacienda Pública cede toda la gestión a la Compañía Arrendataria, la cual se muestra morosa en el cumplimiento del convenio pactado, quedando tan solo 1000 operarios, incluyendo a los mozos.    También incumple el contrato moral contraído con el Ayuntamiento, por el que se comprometía a conservar al menos un 75% de la plantilla, de la mano de obra pactada con Hacienda antes de la sesión.    De 2987 operarias/os que tenía que haber sólo tienen contratadas 1130 personas, un número inferior de cigarreras que las que trabajaban antes de que el Municipio hiciera el oneroso desembolso altruista para dar puestos de trabajo a la clase obrera de la ciudad.    El Ayuntamiento recurre al Gobierno el 7 de noviembre de 1890, con el apoyo de más de cuatro mil firmas de vecinos de la ciudad.    La respuesta fue la implantación de una maquinaria moderna para hacer cigarrillos, que recorta todavía más la plantilla de cigarreras, sin importarle para nada el daño que se hace (según consta en Cabildo de 2 de julio de 1904).

Fue una fábrica moderna, la mejor de su tiempo, con capacidad para más de dos mil trabajadoras.   A finales del siglo XX, tras dejar de cumplir sus funciones fabriles, al trasladar la actividad tabaquera a una nave a la entrada de Cádiz, el edificio fue remodelado para adaptarlo a Palacio de Congresos.


El edificio

La estructura responde al gusto ecléctico del momento y está realizada en ladrillo visto con cubiertas de cerámica vidriada.   Es un interesantísimo ejemplo de la arquitectura industrial del siglo XIX, tratada con lenguaje neomudéjar, muy del gusto de la época.   Tiene tres pisos de altura y es de planta irregular, formando una manzana exenta.

La fachada es sobria, en cuanto a decoración.  La portada principal tiene dos cuerpos.  En el primer cuerpo, en una placa de mármol, el nombre de Fábrica de Tabacos y más arriba el escudo de la ciudad, en el segundo cuerpo otra placa con los años de renovación por la ciudad de Cádiz en 1.883 y 1.884.   Debajo está el primer reloj eléctrico de la ciudad, que fue visitado a su paso por la ciudad por Thomas Alva Edison.   Sobre la puerta principal se conserva el escudo barroco de la primitiva fábrica, realizado en mármol blanco en 1741.




En el interior se observan interesantes elementos estructurales y decorativos de hierro fundido propios de la época.  Sobresale el patio principal, cubierto por una gran montera acristalada. Decora las dependencias un conjunto de pinturas realizadas por artistas contemporáneos gaditanos.

La Fábrica de Tabacos fue el centro fabril más importante del casco antiguo.  Su alta chimenea de ladrillo, la peculiar sirena y el deambular de las cigarreras llenaron de vida a la ciudad hasta hace pocos años.  El desplazamiento de esta actividad fuera del centro histórico suscitó protestas ciudadanas.


El entorno

Contigua a la antigua Fábrica de Tabacos se abre la plaza de Sevilla, amplio espacio creado tras el derribo de las murallas.  En su entorno se levanta la antigua Estación de Ferrocarril, diseñada en 1890 por Agustín S. de Jubera, armonioso edificio de arquitectura de hierro y ladrillo visto con elementos eclécticos.  Ante su fachada principal se construyó, en 1950, la nueva sede de la Aduana, cuyo diseño responde a la estética oficial del régimen franquista, evocando las formas clásicas.  Su estructura busca armonizar con el edificio de la antigua Aduana, situada en el otro extremo del puerto, dotando así de un cierre simétrico a este espacio urbano.  Ante él se sitúa el monumento a Segismundo Moret, levantado en 1906 por Agustín Querol y Subirats.

6 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu blog, es muy interesante y pienso seguirlo.
    Saludos,
    Laurita

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  2. ¡Cómo no sentir pasión por Cádiz! Gracias por tu visita a mi blog y felicitación. Lo de brigadier, ¿no será afrancesamiento? Desde luego no tiene nada que ver con los tartesios ni con los romanos, sino más bien del final del tercer milenio gadita.
    Felicidades por tu blog. Me quedo.

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  3. No es afrancesamiento, no, jeje, es, con total seguridad una tremenda influencia de los libros que leo y que están ambientados en los siglos XVI al XIX. Además.... también había brigadieres españoles, uno de los más conocidos fué el gaditano Vicente Tofiño de San Miguel.

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  4. Magnífico artículo Brigadier. A la brillante e interesante exposición de LLamas, se le une la reflexión a la que tú conduces al lector al editar dicho articulo. Y es que uno se pregunta de qué manera pasamos ciegos,por las calles,ante los monumentos, escudos,triunfos y un largo etc que conforman la historia de nuestra historia. Tanto que aprender con tan solo detenerse a observar.

    La antigua Fábrica de Tabacos de Cádiz, por su historia y talante; por su ubicación y carácter popular, es capaz de despertar por sí misma, la imaginación de cuantos espíritus artísticos, bohemios y soñadores, tengan el placer de conocerla.

    Muchas gracias amigo mio.

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  5. Siempre se aprende leyendo tu blog, Gracias

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  6. Estos son los comentarios que me sirven de acicate a seguir en la brecha. Gracias a todos-as por estar ahi.

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