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Cádiz, Andalucía, Spain
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lunes, 18 de julio de 2011

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Fermín Salvochea. (Cádiz, 1 de marzo de 1842 - 27 de septiembre de 1907) 
Un alcalde de conciencias

Fermín Salvochea nació en el seno de una familia burguesamente acomodada de la ciudad de Cádiz. Nadie que lo conociera a lo largo de su vida lo hubiera sospechado. Descendiente de una generación de burgueses emigrantes navarros, Fermín se apellida Salvochea por una cabriola del lenguaje, por un capricho natural y lingüístico de los gaditanos. Su apellido no era ese, pero, ya se sabe, en Cádiz todo es susceptible de evolucionar.    Así empezó la historia del mejor alcalde.               

Salvochea hizo hace más de un siglo eso que gentes como Iñaki Gabilondo aconsejan ahora; defraudar pronto

Con el expreso deseo de que siguiera los pasos del comercio familiar, sus padres lo matricularon en el colegio San Felipe Neri, una escuela con una metodología y enseñanza de las más modernas de Europa.



Vano intento, la sensibilidad de Fermín comenzará en esa escuela a mezclarse con sus inquietudes políticas, que se acentuarán en Londres, donde sus padres lo envían de los 16 a los 21, para que se impregne aún más de un ambiente comercial y burgués. Allí Fermín quedará marcado por las teorías de algunos políticos liberales ingleses, como Bradlaugh, Owen o Paine, de su sensibilidad social y su idea de vida. Por eso cuando vuelve a sus padres casi que les cuesta reconocer en él a ese chaval inquieto por dentro, tranquilo por fuera, que se fue de casa en la flor de la juventud. Ahora su sentido social se transformaba en postulados vehementes, revolucionarios si se quiere, porque para él las personas están por encima de todo; del estado opresor y de la religión omnipresente y alienante.


Claro que Salvochea sigue siendo Fermín en la familia, con sus maneras atentas, su delicadeza exquisita y su sensibilidad manifiesta. Pronto sus paisanos lo conocen y lo reconocen como un auténtico y verdadero líder, que predica con su vida, pues su voz suena a verdad, sus argumentos a humanismo, en su persona se plasman los buenos valores; Salvochea hace suya la bandera de los valores, de la coherencia, la lógica, del sentido común. Una bandera que ondea delante de los jueces más hipócritas, a los que con sus ingeniosas respuestas deja en más de un juicio en evidencia. Como aquel en la cárcel de Cádiz en la que el pueblo no dejaba, con sus gritos de "Salvochea libertad" y "Salvochea te queremos", que transcurriera con normalidad.

Porque él lo merecía. Claro que aunque revolucionario, Salvochea fue un humanista excepcional, cuidándose mucho de no obcecarse en sus afrentas si entendía que iban a perjudicar más que a beneficiar a sus gentes. Supo ser  orgulloso y coherente , guerrillero y pacifista. Una razón excepcional. Por ejemplo, tras la "Gloriosa" lleva al pueblo gaditano a la lucha, pero cuando comprueba que ésta se enquista, retira las tropas para que se reencuentren con sus seres queridos.Le dió igual entregarse y saberse perdedor y condenado con esa decisión; Fermín obró según lo que pensaba y lo que sentía.  Sufrió numerosas condenas, muchas tan injustas y largas, que odió la cárcel, para él, como buen defensor de la libertad, lo peor del mundo, más incluso que la vida. El gaditano fue el único hombre capaz de poner en jaque al gobierno más de una vez.

El Cantón de Cádiz fue el máximo exponente de ello, con el pueblo gaditano rendido a sus principios y luchando por una vida alejada de toda opresión.  A partir de entonces las condenas le llevaron al ostracismo, volviéndo a su ciudad natal en una relativa calma a finales de siglo, donde seguiría con su vida dando ejemplo.


Una anécdota de estos días resume perfectamente como era Fermín Salvochea: aunque anticlerical como era, se le vió en varias ocasiones acompañando a su anciana madre a rezar a la Parroquia del Rosario. El amor por encima de todo, la sensibilidad y los valores, los principios más puros y humanos. El aún considerado mejor alcalde de la historia de Cádiz, por lo que hizo e intentó hacer por ella, murió en 1907 confundido con un mendigo por su aspecto descuidado y sus ropas harapientas.  No era hombre de lujos. Quizás por ello cayó en el olvido, de dónde solo Fernando de Puelles supo rescatarlo.


Su velatorio en el Ayuntamiento y posterior entierro, supuso la concentración más multitudinaria  que se recuerda en la historia de Cádiz, pese al temporal que azotaba la ciudad por aquellos días. Era lo menos que podían hacer por “el bigotes”; mostrarle su calor, su orgullo, su agradecimiento.  Y es que Fermín Salvochea, con sus principios hechos vida, logró ser para siempre el alcalde de Cádiz; en la eternidad queda que sólo él fue el alcalde de los valores, el alcalde del pueblo, el verdadero alcalde de conciencias.

5 comentarios:

  1. En Cádiz, pocos personajes son tan conocidos como Fermín Salvochea. Personalmente, de este señor supe antes de su talante que de sus ocupaciones, ya que ese nombre lo recuerdo en mi familia como sinónimo de persona generosa. Y en Cádiz, tan dados los gaditanos como somos a los símiles y comparaciones, quién no ha respondido o le han respondido alguna vez ante una petición excesiva, sobre todo de índole económica, la célebre frase: " A ver si te piensas que soy Salvochea" ...

    Gracias Brigadier. Un abrazo.

    PD. Si lo sabes dime por favor,en qué calle actual estaba el mortuorio que se cita en la imagen de la esquela.

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  2. Gracias por esta página de historia viva de La Caleta.

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  3. Gadeira: La plaza, que no calle, Pozo de las nieves es el nombre de la actual plaza de Argüelles.
    En esta plaza confluyen las vidas de tres personajes ilustres: el mencionado Salvochea que vivió y murió en ella, Arguelles el redactor del preámbulo de la Constitución del Doce que también residió en esta plaza y el General Solano que tenia en ella su residencia y de donde salió instantes antes de ser asesinado por los amotinados en 1808.

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  4. jjariza, muchísimas gracias por contestar mi pregunta y por la aportación de nuevos datos. Un saludo.

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  5. Cádiz dió al mundo muchisimas personas que destacaron en todo lo social, militar, intelectual, artístico,etc...
    Por cierto, un dicho que ha llegado a nuestros días es: "Llovió más que cuando enterraron a "Bigotes", dícese que fue el día 28 de septiembre de 1907, (que llovió de forma tremenda),que es la fecha en que enterraron a D. Fermín Salvóchea, se le conocía vox populis por ese apelativo.

    Muchas gracias por compartir con nosotros tanto, tanto y tanto.

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