Un alcalde de conciencias
Fermín Salvochea nació en el seno de una familia burguesamente acomodada de la ciudad de Cádiz. Nadie que lo conociera a lo largo de su vida lo hubiera sospechado. Descendiente de una generación de burgueses emigrantes navarros, Fermín se apellida Salvochea por una cabriola del lenguaje, por un capricho natural y lingüístico de los gaditanos. Su apellido no era ese, pero, ya se sabe, en Cádiz todo es susceptible de evolucionar. Así empezó la historia del mejor alcalde.
Salvochea hizo hace más de un siglo eso que gentes como Iñaki Gabilondo aconsejan ahora; defraudar pronto
Con el expreso deseo de que siguiera los pasos del comercio familiar, sus padres lo matricularon en el colegio San Felipe Neri, una escuela con una metodología y enseñanza de las más modernas de Europa.
Vano intento, la sensibilidad de Fermín comenzará en esa escuela a mezclarse con sus inquietudes políticas, que se acentuarán en Londres, donde sus padres lo envían de los 16 a los 21, para que se impregne aún más de un ambiente comercial y burgués. Allí Fermín quedará marcado por las teorías de algunos políticos liberales ingleses, como Bradlaugh, Owen o Paine, de su sensibilidad social y su idea de vida. Por eso cuando vuelve a sus padres casi que les cuesta reconocer en él a ese chaval inquieto por dentro, tranquilo por fuera, que se fue de casa en la flor de la juventud. Ahora su sentido social se transformaba en postulados vehementes, revolucionarios si se quiere, porque para él las personas están por encima de todo; del estado opresor y de la religión omnipresente y alienante.
Porque él lo merecía. Claro que aunque revolucionario, Salvochea fue un humanista excepcional, cuidándose mucho de no obcecarse en sus afrentas si entendía que iban a perjudicar más que a beneficiar a sus gentes. Supo ser orgulloso y coherente , guerrillero y pacifista. Una razón excepcional. Por ejemplo, tras la "Gloriosa" lleva al pueblo gaditano a la lucha, pero cuando comprueba que ésta se enquista, retira las tropas para que se reencuentren con sus seres queridos.Le dió igual entregarse y saberse perdedor y condenado con esa decisión; Fermín obró según lo que pensaba y lo que sentía. Sufrió numerosas condenas, muchas tan injustas y largas, que odió la cárcel, para él, como buen defensor de la libertad, lo peor del mundo, más incluso que la vida. El gaditano fue el único hombre capaz de poner en jaque al gobierno más de una vez.
El Cantón de Cádiz fue el máximo exponente de ello, con el pueblo gaditano rendido a sus principios y luchando por una vida alejada de toda opresión. A partir de entonces las condenas le llevaron al ostracismo, volviéndo a su ciudad natal en una relativa calma a finales de siglo, donde seguiría con su vida dando ejemplo.
En Cádiz, pocos personajes son tan conocidos como Fermín Salvochea. Personalmente, de este señor supe antes de su talante que de sus ocupaciones, ya que ese nombre lo recuerdo en mi familia como sinónimo de persona generosa. Y en Cádiz, tan dados los gaditanos como somos a los símiles y comparaciones, quién no ha respondido o le han respondido alguna vez ante una petición excesiva, sobre todo de índole económica, la célebre frase: " A ver si te piensas que soy Salvochea" ...
ResponderEliminarGracias Brigadier. Un abrazo.
PD. Si lo sabes dime por favor,en qué calle actual estaba el mortuorio que se cita en la imagen de la esquela.
Gracias por esta página de historia viva de La Caleta.
ResponderEliminarGadeira: La plaza, que no calle, Pozo de las nieves es el nombre de la actual plaza de Argüelles.
ResponderEliminarEn esta plaza confluyen las vidas de tres personajes ilustres: el mencionado Salvochea que vivió y murió en ella, Arguelles el redactor del preámbulo de la Constitución del Doce que también residió en esta plaza y el General Solano que tenia en ella su residencia y de donde salió instantes antes de ser asesinado por los amotinados en 1808.
jjariza, muchísimas gracias por contestar mi pregunta y por la aportación de nuevos datos. Un saludo.
ResponderEliminarCádiz dió al mundo muchisimas personas que destacaron en todo lo social, militar, intelectual, artístico,etc...
ResponderEliminarPor cierto, un dicho que ha llegado a nuestros días es: "Llovió más que cuando enterraron a "Bigotes", dícese que fue el día 28 de septiembre de 1907, (que llovió de forma tremenda),que es la fecha en que enterraron a D. Fermín Salvóchea, se le conocía vox populis por ese apelativo.
Muchas gracias por compartir con nosotros tanto, tanto y tanto.