Pasión por Cádiz

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Cádiz, Andalucía, Spain
AB ORIGINE SEMPER FIDELIS. IN PERPETUAM, SEMPER ET UBIQUEM GADES. QUI POTERS CAPERE, CAPIAT.

jueves, 1 de mayo de 2025

El viento de Levante en Cádiz

Viento de Levante en Cádiz: La maldición y la bendición de una especie de cuento costero.

¡Ay el viento de Levante! Es un nombre que te resultará familiar en cuanto tengas oportunidad de pisar Cádiz. 

Es una fuerza de la naturaleza, un espíritu salvaje que puede llevarte al borde de la locura y a la vez, dejarte maravillado por su poder.

Pero el Levante tiene una cuestión de doble filo: Aunque pueda parecer molesto e incordiante, es la razón por la que la mayor parte del litoral gaditano permanece intacto ante las imponentes construcciones y las abrumadoras multitudes de turistas que invaden otras costas, las playas esperan su visita para rendirle pleitesía, entregar su arena y su agua, y así despejar tanta muchedumbre que las agobian. 

Es el guardián de esta joya costera.

Imagínate esto: el viento de Levante llega rugiendo desde el Mediterráneo, especialmente en los calurosos y secos días de verano. Puede ser implacable, drenándote la energía con cada ráfaga. Es el tipo de viento que puede convertir tu cabello en un torbellino de caos. 

Se convertirá en el dueño de tu terraza, ventanales, azoteas, de tu calle y cualquier otra posesión que tengas al aire libre, no encontrarás socaire porque no hay lugar donde guarecerte, el Levante te hallará siempre… Y te dará un ataque de nervios.

Te empujará por la calle y de repente, tratará de impedirte andar, no dejará en paz tu pelo o cualquier prenda que lleves en la cabeza, revoloteará las faldas de cualquier mujer que se atreva a salir con una de ellas puesta. Los ciclistas encontrarán mil dificultades para avanzar, o será fácil pedalear si de improviso vira a la espalda de quien ose desafiarlo.

Por otro lado, está el viento de Poniente, su antagonista, que es una brisa refrescante del Atlántico que trae una sensación de calma y alivio, excepto en invierno porque te dejará aterido de frío, ya que aunque haga sol, es capaz de engañarte mientras lo observas desde el cristal de tu ventana. El Poniente, en verano, es como un suave suspiro tras el tempestuoso abrazo del Levante. 

Nuestros visitantes no lo quieren, porque incluso en las noches de verano, has de ponerte una manga larga. Ellos buscan calor y canícula y el Poniente se lo arrebata.

Entre el Levante y el Poniente, Cádiz siempre tiene una historia que contar. Es un lugar donde los vientos susurran historias de mar y arena, donde cada ráfaga trae consigo un toque de aventura.

Si estás en Cádiz, y sabes que el viento de Levante está mostrando su fuerza en ese momento, ¡no te preocupes! Hay un lado positivo: Sumérgete en el estilo de vida de la ciudad en algunos de sus bares, paseando por las pocas calles donde te podrás medianamente guarecer de su fuerza, o probándola pegado al mar viendo como la espuma de las olas llegan hasta tu cara por mucho que pienses que estás a salvo de sus salpicaduras. Es una oportunidad para disfrutar de esta idiosincrasia, pero nunca busques la comodidad de tu casa.

Así que, viajeros y viajeras que están curtidos por el viento, recuerden que el Levante no es solo un fenómeno meteorológico: forma parte del alma de Cádiz.

Es la razón por la que este rincón del mundo sigue siendo una joya escondida, un lugar de belleza indómita y un tesoro de historias por descubrir. 

Enfréntate a su fuerza.