Viento de Levante en Cádiz: La maldición y la bendición de una especie de cuento costero.
Pasión por Cádiz

- Brigadier Sánchez
- Cádiz, Andalucía, Spain
- AB ORIGINE SEMPER FIDELIS. IN PERPETUAM, SEMPER ET UBIQUEM GADES. QUI POTERS CAPERE, CAPIAT.
jueves, 1 de mayo de 2025
El viento de Levante en Cádiz
lunes, 7 de abril de 2025
Costumbres y recuerdos. Parte 2ª y última.
Aquí tuve que dejar mis contemplaciones porque me encontré en el Paseo del Perejil con Don Anselmo. Estaba en Cádiz. Me extrañó mucho encontrarle a esta hora por ser precisamente las cinco menos diez minutos; de manera que a tal hora debía estar aún en casa del peluquero. Mi afán de hablarle de otro asunto de más interés para mí en aquel instante, me impidió averiguar la causa de que se encontrase allí diez minutos antes de las cinco, y le pregunté prontamente:
- Pero hombre: ¿Qué es de Pepito? Anoche me fue imposible hablar con usted dos palabras de esto porque Perate no nos dejó: dígame usted lo que hay.
- Pues lo que hay, contestó Don Anselmo mascando madera, no tiene nada de bueno.
- Es posible ¿Pues qué ocurre ahora? ¿Dónde está él?
- En Sevilla. Conforme hirió a Ramón, marchó a su casa. Me dijo últimamente que tenía sobre su pecho como una losa de plomo aquella acción que con el noble muchacho había cometido. Pepe, para que usted lo sepa, se figura que ese desafío es el último golpe que ha dado a su felicidad. Ha escrito a su dichosa Manolita diferentes cartas y a ninguna tuvo contestación. El padre de esa Manuela, Don Andrés creo que se llama, sí le contestó cierta vez en nombre de su hija, diciéndole, entre otras cosas muy tristes pero muy razonadas, que no se moleste más en escribir. Decíale en la carta que le creía un loco, pero no un malvado, y concluyó afirmándole que ni quería Manuela continuar en aquellos amores, que fueron suplicio suyo y de sus padres, ni se lo consentirían tampoco sus padres, caso de que la hija quisiese. Pepito conoce muy bien a esta familia, y manifiesta que cuando Don Andrés se atreve a escribir en tal forma es porque ella lo permite y está de acuerdo con él.
Cuando tuvo la seguridad de la indiferencia de Manolita, enfermó de pronto de tristeza, y para curarse de ella ha jugado mucho y ha bebido más. Vio que esta vida no le halagaba, y se consagró al estudio. Así continúa retirado, solo, sin hablar con nadie, y notándosele a la legua que su salud decae mucho. ¡Pobre Pepe!.
lunes, 10 de marzo de 2025
Costumbres y recuerdos. Parte 1ª.
Hace mucho tiempo escribía yo, Manuel Martínez, a una ilustre amiga, viajera eterna y apasionada furiosa del carácter y las costumbres andaluzas: "Tu última carta la firmas en Cádiz, viajera eterna (como el hombre misterioso de la tradición cristiana); nunca me escribes desde la misma ciudad; pero tú tienes sobre el otro viajero fatídico la ventaja de que no te impulsa la fatalidad, si no tu gusto, la pasión que arde en tu alma, que se te identifica y se acomoda con todo lo bello y lo grande, lo espiritual y lo divino en mescolanza que tú sola sabes definir con la moderna realidad de nuestro siglo.
¡Ay, amiga! No puedes tu comprender la impresión que me ha causado la noticia de tu residencia actual en Cádiz. ¡Qué recuerdos y qué alegría! ¡Qué intranquilidad y qué temores! ¡Qué dulces horas de paseos solitarios en las noches de estío allá por la Alameda de Apodaca! La luna, destellando sobre el bruñido de los cañones, parecíanme siniestras risas de muerte; la luna, rielando también sobre las ondas suavísimas del mar, parecíanme las alas rizadas de los ángeles. ¡Qué cosa es la vida tan llena de misterios!.
Y es que si Cádiz no me inspiró por su aspecto igual y monótono las extrañas fantasías de los recuerdos del pasado, me lo pudo inspirar por su historia y por algo principalmente que, siendo lo primero, yo no puedo definir. En mis recuerdos de Cádiz noto yo una mezcla, sin explicación de realidad amarguísima y de puros y dulces candores.
miércoles, 5 de febrero de 2025
Historia de las Puertas de Tierra. Cuarta y última parte.
Algunos años más tarde se suscitó una curiosa discusión respecto a la necesidad de que existiera más de una puerta en el Frente de Tierra. Ignacio de Sala expresaba al Marqués de la Ensenada la conveniencia de que hubiera una puerta de entrada y otra de salida, que facilitara el tráfico. Sin embargo, Pedro Moreu opinaba que la duplicación de puertas era "sospechosa por el grande bullicio que entra y sale de la ciudad", que favorecían la introducción de tropas enemigas disfrazadas y el contrabando. Al final se decidió la apertura de una segunda puerta al lado de la principal.
En 1751 el ingeniero José Barnola realizó el proyecto de modificación de ésta, que se encontraba en muy malas condiciones, reformando su antigua ornamentación. A cada lado de la puerta había dos columnas de orden dórico con pedestales y sobre la puerta la inscripción: FERNDINANDVS VI HISPANIARUM ET INDIARUM REX: ANNO MDCCLIV. Arriba, otro escudo de grandes dimensiones flanqueado por dos leones y junto a él, una alegoría de la fama. La obra fue terminada en 1756, con muy pocas modificaciones respecto a este proyecto, no habiendo sufrido ninguna desde entonces hasta hoy.
jueves, 9 de enero de 2025
Historia de las Puertas de Tierra. Tercera parte.
En 1657, el Conde hubo de prescindir de cien moros esclavos de las galeras que el Rey le había cedido y que tenían que volver al servicio de Su Majestad por ser expertos remeros. Se autorizó entonces al Gobernador a servirse de los esclavos moros que tenían los particulares de la ciudad, pese a que no podía haberlos por estar prohibidos por Bandos Reales. La justicia asistía al Conde, que podía quitar los esclavos a sus dueños.
Las obras terminaron en 1671 y el Frente de Tierra contaba ahora con una nueva línea de defensa: un foso y una trinchera, estando revestida la fortificación, por primera vez, con materiales sólidos conociéndosele ya con el nombre de Puerta de Tierra.
No hubo más modificaciones hasta que en 1728, Ignacio Sala, Ingeniero Director de las Fortificaciones de Cádiz, elaboró un proyecto de reforma, ya que la obra coronada ante la Muralla Real del Frente de Tierra era de construcción defectuosa. No tenía altura suficiente y carecía de fundamentos y contrafuertes apropiados.
El proyecto fue modificado en 1731, añadiéndole nuevas murallas y fosos delante de la Puerta de Tierra, rodeadas de dos caminos cubiertos con sus correspondientes glacis. Más tarde se llevó a cabo otra modificación de acuerdo con el proyecto realizado por Juan Martín Carmeño, consistente en la construcción de varios reductos para alojamiento de oficiales, tropa, repuestos de pólvora, etc.
Continuará.
lunes, 2 de diciembre de 2024
Historia de las Puertas de Tierra. Segunda parte.
Así pues se decidió enmendar toda la fortificación y revestirla de cal y piedra.
El Conde de Molina expresaba al Rey en una carta la necesidad de realizar este trabajo, que pensaba efectuar con muy poco gasto para la Hacienda Real, "sirviéndome de las compañías de negros, mulatos y moros que pondrían todos los domingos ochocientas cargas de piedra". La obra se aprobó por Real Cédula del 15 de agosto de 1656.
El Conde aseguraba que ésta sería "la más real obra de Europa", afirmando orgulloso que empleaba en ello muy poco de la Hacienda de Su Majestad, ya que los medios para realizarla los extraía de la misma ciudad con los derechos aplicados para ello.
Gravando las botas de vinos de los forasteros que entraban en la ciudad por tierra se obtenían unas rentas de unos cuatro mil reales al año, por lo que el Conde tenía que recurrir a todas las economías posibles, empleando a la mano de obra peor retribuida: mulatos, negros, moros, presidiarios, soldados...
"En esta plaza había como seiscientos moros -escribe el gobernador-, mulatos y negros, los cuales tengo repartidos en los siete días de la semana, y tocándoles solo uno en ella, no viene a ser gravoso a los vecinos y se juntan más de ochenta trabajadores que sirven de peones y de mover tierra. Los acarreos de la piedra y arena de la mar se han hecho sin coste alguno, y la piedra gruesa y sillar de las murallas sin más que el que causan los canteros que la sacan al pie de la obra, a la cual he aplicado todas las condenaciones de causas políticas que se han podido. En lo que toca a Infantería, tengo reducido ese gasto a solo cuatrocientos reales cada semana, dándoles cuatro cuartos para vino y dos para la provisión de unas ollas que se les da a mediodía".
Continuará.
viernes, 1 de noviembre de 2024
Historia de las Puertas de Tierra. Primera parte.
'su traza y forma era cuadrada, aunque de estrecho sitio, para que fuera mejor guardaba, y la cerca de tres cortinas o labrada en tres partes, la del Oriente, a la del Norte y a la del Occidente, con una puerta en el medio de cada un lienzo, no se le haciendo ni poniendo ninguno al mediodía, por ser allí sobre la playa muy alto tan a peña tajada que aquello bastaba'.
martes, 1 de octubre de 2024
Mis articulistas preferidos: Álvaro Rey Martínez.
Doña Jacinta Martínez de Zusalaga y la fundación de la Casa de Recogidas, por Álvaro Rey Martínez.
Jacinta Martínez de Zusalaga, nacida en 1619 en la ciudad de Vitoria. En 1644 queda huérfana y emprende un largo viaje hacia Cádiz, donde vivía su hermano Diego. Conviviría con él y su familia en el antiguo barrio de la Plazuela de las Tablas.
En 1648, Diego Martínez de Zusalaga firmaría su testamento, poco antes de fallecer, por el cual dejaba como albaceas al contador Juan Castellanos, a su mujer y a su hermana Jacinta, que aún vivía con él. El trabajo de Diego era el de compra y venta que salían en partidas al Nuevo Mundo, teniendo una compañía con socios en distintos puntos de la costa de Cádiz y en Jerez.
Diego llegó a tierras gaditanas antes que su hermana y junto a su primo José de Arrate y Villareal, contador en la Aduana Real de la ciudad de Cádiz. Los caminos de José y Jacinta se unirían más adelante, con bula papal de por medio:
"Ytem, si saven que, sabiendo que éramos parientes en el dicho segundo grado de consanguinidad y, antes del día primero de diciembre del año próximo pasado de seiscientos cincuenta, nos conocimos carnalmente y tuvimos cópula vencidos de la fragilidad humana de la carne, y no maliciosamente…" (Expedientes Matrimoniales. Matrimonios Apostólicos. Carpeta 1904, José Arrate y Villareal-1652. Archivo Diocesano de Cádiz. Documento Original)
domingo, 1 de septiembre de 2024
Parroquia de Santa Cruz. La Catedral Vieja.
Cádiz tiene la bonita circunstancia de tener dos catedrales. Durante casi seis siglos, la actual Parroquia de Santa Cruz, llamada también en la actualidad Catedral Vieja, sirvió como catedral, aunque no es tan monumental como la llamada Catedral Nueva (actual catedral).
La actual Parroquia de Santa Cruz, construida en el siglo XIII durante el reinado de Alfonso X El Sabio con la llegada de los cristianos tras la Reconquista, adaptándose una antigua mezquita allí existente. Con un techado de madera, muy sobria y con pilares más toscos que las actuales columnas del interior que ahora conocemos.
domingo, 18 de agosto de 2024
LXXVII aniversario de la Explosión de Cádiz.
Dejo en estos enlaces algunas entradas publicadas en este mismo blog, redactados por personas que colaboraron años atrás rememorando una página de nuestra historia que nunca debemos olvidar.
miércoles, 3 de julio de 2024
Cádiz, joya del Neoclásico.
La ciudad de Cádiz una de las localidades andaluzas que mejor representa el Estilo Neoclásico. Fue en el siglo XVIII, coincidiendo con el nacimiento del Neoclasicismo, cuando Cádiz alcanzó uno de sus momentos de mayor esplendor gracias al comercio con las Indias.
El neoclasicismo fue un movimiento artístico que reflejó los principios intelectuales de la Ilustración, se llamó Neoclásico a este movimiento porque representó una nueva vuelta a los valores clásicos, es decir: el retorno a la cultura de la antigua Grecia y Roma. Uno de los principales artífices de la edificación neoclásica en Cádiz fue Torcuato José Benjumeda y Laguada (1757-1836), aunque no fue el único ya que, entre otros, también estaban Miguel de Olivares, Juan Daura o Torcuato Cayón. Éste último padrino de Benjumeda.
sábado, 1 de junio de 2024
Cádiz hacia 1492.
Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente, fue fundada en el 1100 a.C. por los fenicios con el nombre de Gadir, y vivió siglos de esplendor durante sus épocas cartaginesa y romana. Sin embargo, con la dominación musulmana se convierte en una simple aldea de pescadores hasta su reconquista por el rey Fernando III, en 1240, y la posterior repoblación llevada a cabo por Alfonso X el Sabio en 1262.
Partimos por tanto de este hecho para centrar la visión de Cádiz como lo que será a partir de ahora, un puerto comercial decisivo para la Corona por su privilegiada situación geográfica.
El rey Alfonso X hace venir pobladores leoneses, castellanos, catalanes y, sobre todo, vizcaínos y santanderinos; además de algunos extranjeros: portugueses, italianos y franceses. Así se empieza a fortificar la ciudad, donde se erigió en 1263 una sede episcopal y se convirtió en 1265 la mezquita musulmana en Catedral, con el deseo expreso del Rey Sabio de ser enterrado en el templo gaditano, deseo que no se vio cumplido a su fallecimiento.
La repoblación cristiana, iniciada en otoño de 1262, se vio dificultada dos años después con la revuelta de los mudéjares, pero la decisión del Rey era definitiva: Cádiz debía convertirse en una importante base naval para la proyectada conquista del litoral norteafricano. Para ello se le concede el título de ciudad en 1268, así como un término municipal rico y extenso para asegurar su auto subsistencia, extendiéndose éste hasta los límites de Sanlúcar. Pero la instalación de pobladores fue lenta y complicada, por la amenaza constante de los benimerines que saquean las costas gaditanas repetidas veces desde 1275 a 1285.
Además, Cádiz ve disminuir su importancia con la concesión de la Carta-Puebla al Puerto de Santa María, que se convierte en base militar y naval de primer orden; así como por la reducción de su término municipal por apoderarse Jerez de un sector importante de la Bahía. Por otro lado, a fines del siglo XIII, la ciudad queda cercada por las posesiones de Alfonso Pérez de Guzmán, que recibe la villa de Sanlúcar tras su heroica defensa de la plaza de Tarifa, donde muere su hijo por negarse a entregar la ciudad a los benimerines.
Con la hegemonía castellana establecida en la zona, el rey Enrique IV concede a Rodrigo Ponce de León, en 1470, el Señorío y Marquesado de Cádiz. Se inicia así una nueva etapa que se caracterizará por un tráfico comercial intenso y de forma monopolística con el norte de África. El auge que estaba tomando el comercio con Berbería comienza a atraer hacia la zona a un importante número de comerciantes genoveses, que vieron dificultada su actividad en el Mediterráneo oriental por el avance de los turcos, y que deciden instalarse en Cádiz.
La influencia genovesa de la ciudad será desde el S.XV uno de sus rasgos más peculiares, y por ello es éste un hecho de singular importancia. A finales de siglo, Jerez era la más destacada de las ciudades de la provincia gaditana. Le seguían las villas señoriales de Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María, dedicadas a la pesca y a la exportación, sobre todo de vinos. Cádiz, con apenas mil cien habitantes, era la cuarta población de la provincia; pero su hora definitiva llegó en 1492.
Ya un año antes había sido utilizado su puerto como punto de partida de las expediciones que culminan la conquista de Canarias.
Y si Cádiz fue descartado para el primer viaje de Cristóbal Colón parece ser que fue porque los Reyes Católicos prefirieron usar su amplio puerto para que salieran de allí los judíos expulsados.
Se calcula que 150.000 abandonaron la península en 1492, la mayoría a través de Cádiz, que fue también utilizada por Pedro de Estopiñán en 1497 como base para la conquista de Melilla.
Pero, a partir del descubrimiento del continente americano, el marco social, político y económico de España se vería profundamente alterado, y el futuro de Cádiz pasaría a depender decisivamente del nuevo rumbo que tomará a partir de ahora la política comercial de la Corona. Por ello, en 1493, a la muerte de Rodrigo Ponce de León, los Reyes Católicos negocian con sus herederos el cambio de la isla de Cádiz por otras villas del interior, pasando a convertirse ésta en ciudad realenga, concediéndosele el monopolio del comercio africano a fin de realizar un mayor control y fiscalización de la entrada de oro y mercancías en el Reino.miércoles, 1 de mayo de 2024
Mis fotos antiguas de Cádiz.
1 de mayo de 1936. Un grupo de gaditanos y gaditanas de todas las edades se fotografían junto al Edificio Amaya en la actual Plaza de San Juan de Dios. En la fecha señalada, era denominada Plaza de la República.
Pinchar en la foto para ampliar. (1420 x 1305 px. 5,3 mb)
lunes, 1 de abril de 2024
Don Bartolomé Llompart Bello. Gaditano ilustre. Periodista.
Nació Bartolomé Llompart en Cádiz en el año 1911 y aquí cursó sus estudios, primero en San Felipe Neri, después se graduó en la Escuela de ‘El Debate’, dirigida por Ángel Herrera Oria
Más tarde, desarrolló su labor como periodista, a la vez que trabajaba en su puesto como funcionario en la Caja de Ahorros de Cádiz.
Comenzó en el periódico ‘La Información’, que en los primeros años de la posguerra se convirtió en semanario con el nombre de ‘La Información del lunes’, luego se denominó ‘Hoja del Lunes’ donde llegó a ser redactor jefe. De ahí pasa a ‘Diario de Cádiz’. Fue un destacado articulista local y Presidente de la Asociación de la Prensa gaditana. Estuvo en activo más de cincuenta años en su ejercicio profesional, durante todo ese tiempo estuvo a disposición de cualquier persona que se le acercara o solicitase cualquier tipo de colaboración.
miércoles, 6 de marzo de 2024
El Campo del Sur: Un paseo con historia en Cádiz.
El Campo del Sur, es un paseo marítimo emblemático de Cádiz, de aproximadamente 1300 metros de longitud y que va desde la antigua Cárcel Real (Hoy Casa de Iberoamérica) hasta el Baluarte de los Mártires, donde empieza la playa de La Caleta. Guarda en su nombre y entorno las huellas de su pasado. Su historia se remonta a varios siglos y está marcada por diferentes etapas.
El nombre original no era Campo del Sur, si no que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo: Paseo del Vendaval, Murallas del Vendaval, Murallas del Sur, Paseo del Sur, hasta llegar finalmente al actual.