Pasión por Cádiz

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Cádiz, Andalucía, Spain
AB ORIGINE SEMPER FIDELIS. IN PERPETUAM, SEMPER ET UBIQUEM GADES. QUI POTERS CAPERE, CAPIAT.

viernes, 1 de noviembre de 2024

Historia de las Puertas de Tierra. Primera parte.

En continua pose para fotografía de toda persona que pasa por ella, hace años ya que se cansaron de esperar a los enemigos para cumplir la misión para la que fueron construidas: defender la ciudad de un ataque por tierra. Porque desde ellas, las murallas de las Puertas de Tierra, jamás se disparó un solo tiro. Fue una pequeña broma que la Historia le gastó a Cádiz, su vieja y querida amiga. Sólo una vez, cuando el saqueo de la ciudad por la escuadra angloholandesa, en 1596, los enemigos llegaron hasta ellas, que entonces eran solo un muro, pero ya la ciudad había sido tomada por mar y los soldados que la defendían habían caído en sus puestos. 

Y la Puerta, la muralla y los fosos, modificados con el correr de los años, reforzadas sus defensas, tuvieron que acabar por aceptar que su papel, por esa amistosa jugarreta de la Historia, iba a ser otro bien distinto y mucho más acorde con su nombre: Puerta. Abierta siempre a todo el que llega, avanzadilla, a modo de muestra, de las viejas piedras que encierra en la ciudad, de la coquetería de sus jardines y de la alegría burlona de sus gentes.

Antes de que fuera construido el muro en el Frente de Tierra de la ciudad, Cádiz estaba reducida dentro de una cerca de mampostería con torres y un castillo en el ángulo sudeste, al estilo de otras ciudades medievales. Eran los primeros momentos de la repoblación cristiana. Agustín de Horozco, en su 'Historia de la ciudad de Cádiz', describe la antigua villa diciendo que:

 'su traza y forma era cuadrada, aunque de estrecho sitio, para que fuera mejor guardaba, y la cerca de tres cortinas o labrada en tres partes, la del Oriente, a la del Norte y a la del Occidente, con una puerta en el medio de cada un lienzo, no se le haciendo ni poniendo ninguno al mediodía, por ser allí sobre la playa muy alto tan a peña tajada que aquello bastaba'

El núcleo primitivo de población estaba situado en torno a la Iglesia Mayor, donde hoy está la de Santa Cruz. Al ir creciendo el número de habitantes se formaron dos arrabales fuera del amparo de la cerca, el de Santiago y el de Santa María. 

Fue entonces cuando se decidió proteger de alguna forma a la ciudad de un posible ataque por tierra que tanto se temía, y se levantó un muro que se extendía desde la bahía al mar del Vendaval, lo que hoy es nuestro Campo del Sur, con una puerta en el centro, que sería conocido como la Puerta del Muro. 

La vieja muralla del Frente de Tierra se derribó durante el verano de 1601 y el Consejo consideró llegado el momento de hacer realidad un proyectado castillo-ciudadela en ese lugar para que lo que se trasladaría a Cádiz el Ingeniero Mayor Tiburcio Espanoqui, pero apenas iniciados los trabajos quedaron paralizados por falta de dinero. Algunos años más tarde, el Ingeniero Superintendente de las fortificaciones de Cádiz, Luis Bravo de Acuña, mejoró el Frente de Tierra, protegido por una muralla baja y los dos Baluartes de San Roque y Benavides (Santa Elena).

Pero el verdadero origen de estas frustradas murallas defensivas iba a partir de la alarma que cundió por la ciudad, en 1656, por la proximidad de varias fragatas inglesas, que se mantuvieron varios meses a la vista de la bahía sin decidirse a atacar. El Conde de Molina, Gobernador de la Plaza, creyó necesario enmendar la fortificación del Frente de Tierra, ya que en sus muros, levantados en su mayor parte con tierra, eran débiles, además los fosos y trincheras se estaban desmoronando por la acción de los vientos y lluvias.

Continuará.

martes, 1 de octubre de 2024

Mis articulistas preferidos: Álvaro Rey Martínez.

Doña Jacinta Martínez de Zusalaga y la fundación de la Casa de Recogidas, por Álvaro Rey Martínez. 

Jacinta Martínez de Zusalaga, nacida en 1619 en la ciudad de Vitoria. En 1644 queda huérfana y emprende un largo viaje hacia Cádiz, donde vivía su hermano Diego. Conviviría con él y su familia en el antiguo barrio de la Plazuela de las Tablas. 

En 1648, Diego Martínez de Zusalaga firmaría su testamento, poco antes de fallecer, por el cual dejaba como albaceas al contador Juan Castellanos, a su mujer y a su hermana Jacinta, que aún vivía con él. El trabajo de Diego era el de compra y venta que salían en partidas al Nuevo Mundo, teniendo una compañía con socios en distintos puntos de la costa de Cádiz y en Jerez. 

Diego llegó a tierras gaditanas antes que su hermana y junto a su primo José de Arrate y Villareal, contador en la Aduana Real de la ciudad de Cádiz. Los caminos de José y Jacinta se unirían más adelante, con bula papal de por medio: 

"Ytem, si saven que, sabiendo que éramos parientes en el dicho segundo grado de consanguinidad y, antes del día primero de diciembre del año próximo pasado de seis­cientos cincuenta, nos conocimos carnalmente y tuvimos cópula vencidos de la fragilidad humana de la carne, y no maliciosamente…" (Expedientes Matrimoniales. Matrimonios Apostólicos. Carpeta 1904, José Arrate y Villareal-1652.  Archivo Diocesano de Cádiz. Documento Original) 

La boda se produjo tras una tremenda polémica, ya que eran parientes en segundo grado y habían sucumbido al “pecado de la carne”. Esas nupcias fueron fruto de la intersección del Papa Inocencio X. Tuvo lugar en la Iglesia de Santa Cruz y unos meses más tarde se celebraría la ceremonia de las velaciones, en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario el día 5 de octubre. 

No tendrían hijos, pese a sus casi veinte años de convivencia; criaban, sin embargo, en su casa una niña huérfana de nombre María Cecilia desde los 4 años, que había sido bautizada en la Iglesia de la Santa Iglesia Catedral, con el Capitán Juan de Manurga como padrino, y a Miguel Ángel de la Madre de Dios, hijo de una esclava fa­llecida en sus moradas. 

Con el tiempo, doña Jacinta se transformó en una de las mujeres más ricas y mejor conectadas de la Cádiz del siglo XVII. Como era costumbre entre las devotas de su época, dedicó sus ganancias al bienestar espiritual y material propio y ajeno, contribuyendo a aliviar la pobreza y la miseria. Consciente de la doble marginación que afectaba a las mujeres, especialmente si eran pobres y carecían de apoyo, enfocó su atención en brindarles asistencia. 

El 1 de septiembre de 1678, ante el escribano Juan de Sena y Lara, doña Jacinta, tras el reciente fallecimiento de su esposo, decidió donar las casas que habían sido su residencia, ubicadas en el corazón de la ciudad, para destinarlas a la creación de un refugio para mujeres. Su motivación era reducir el número de prostitutas Cádiz y ofrecerles una oportunidad de abandonar dicha actividad, brindándoles un lugar para el recogimiento y la transformación. Aclaró que no pretendía castigarlas, ya que existían otras instituciones con ese fin. Con esta acción, hacía referencia a un oficio perseguido tanto por la autoridad civil como eclesiástica, al ser competencia de ambas jurisdicciones.

Es así como se crea la Casa de Recogidas de Cádiz, en el número 34 de la calle Ancha, junto a la Iglesia de San Pablo. Una vez que las mujeres se arrepentían del pecado de la prostitución, el siguiente paso era su educación. Para ello, en 1773, el gremio de barberos creó la Hermandad de Nuestra Señora del Amparo, que se encargaría no solo de instruir a las arrepentidas, sino también de cuidar a las niñas huérfanas. Sin embargo, ambas debían permanecer separadas.

Con los años, la Casa de las recogidas logró acumular tres propiedades que generaban ingresos a través de once censos, cinco patronatos de obras pías y siete acciones valoradas en dos mil reales cada una en el Banco Nacional de San Carlos. Con estos recursos se cubrían los salarios de una ama, una maestra, un sacristán, una cocinera, un mozo y un basurero. A pesar de ello, la institución siguió dependiendo de donaciones, especialmente en el último cuarto del siglo XVIII.

Como ordenara Jacinta, el acogi­miento de prostitutas estaría al mando de las madres filipenses hijas de María Dolorosa que siguieron hasta 2007 con su labor asistencial en la calle Ancha pasando su lugar a la calle Cervantes. 

Generosa y devota, dedicada por completo a la causa de las mujeres desfavorecidas, a quienes asistió hasta el final de su vida. Falleció en Cádiz en 1699, a la edad de 80 años.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Parroquia de Santa Cruz. La Catedral Vieja.

 

Cádiz tiene la bonita circunstancia de tener dos catedrales. Durante casi seis siglos, la actual Parroquia de Santa Cruz, llamada también en la actualidad Catedral Vieja, sirvió como catedral, aunque no es tan monumental como la llamada Catedral Nueva (actual catedral). 

La actual Parroquia de Santa Cruz, construida en el siglo XIII durante el reinado de Alfonso X El Sabio con la llegada de los cristianos tras la Reconquista, adaptándose una antigua mezquita allí existente. Con un techado de madera, muy sobria y con pilares más toscos que las actuales columnas del interior que ahora conocemos.


Se nombra Catedral con la autorización del Papa Urbano IV, trasladando la Sede Episcopal desde Medina Sidonia. Siendo su primero obispo Fray Juan Martínez y el presbítero Ruy Díaz su primer Deán. Por tener la licencia catedralicia fecha de 14 de septiembre, se le impuso el nombre de Santa Cruz. 

La torre de la llamada Casa de la Contaduría, y que sirvió de campanario tiene dos teorías sobre su origen; uno de ellas es que era el alminar de la antigua mezquita que allí había. La otra teoría dice que podría ser una construcción mudéjar posterior a la Reconquista de 1262.

Tras el asalto inglés de 1596, la entonces catedral, es reconstruida después de dejar la escuadra inglesa la ciudad totalmente arrasada; aunque es bastante parecida a como la conocemos en la actualidad, a finales del siglo XVII se reforma en un estilo manierista barroco e incluso se encarga una gran portada de mármol que con el paso de los siglos venideros, también desaparece. 



Anexa al antiguo edificio catedralicio, se encuentra la llamada Torre del Sagrario, de planta cuadrada finalizada en 1692 y reformada  en el siglo XVIII por Torcuato Cayón

Sufrirá varias reformas hasta que en 1838 se consagra la actual Catedral, pasando a ser desde entonces parroquia y conservando su nombre original de Santa Cruz. Así que desde 1262 hasta 1838 fue el primer templo diocesano.
 


domingo, 18 de agosto de 2024

LXXVII aniversario de la Explosión de Cádiz.

Se conmemora este año el LXXVII aniversario de la Explosión de Cádiz.

Dejo en estos enlaces algunas entradas publicadas en este mismo blog, redactados por personas que colaboraron años atrás rememorando una página de nuestra historia que nunca debemos olvidar. 

Siempre en nuestra memoria las víctimas de tan luctuoso suceso.




 


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miércoles, 3 de julio de 2024

Cádiz, joya del Neoclásico.

 

La ciudad de Cádiz una de las localidades andaluzas que mejor representa el Estilo Neoclásico. Fue en el siglo XVIII, coincidiendo con el nacimiento del Neoclasicismo, cuando Cádiz alcanzó uno de sus momentos de mayor esplendor gracias al comercio con las Indias.

El neoclasicismo fue un movimiento artístico que reflejó los principios intelectuales de la Ilustración, se llamó Neoclásico a este movimiento porque representó una nueva vuelta a los valores clásicos, es decir: el retorno a la cultura de la antigua Grecia y Roma. Uno de los principales artífices de la edificación neoclásica en Cádiz fue Torcuato José Benjumeda y Laguada (1757-1836), aunque no fue el único ya que, entre otros, también estaban Miguel de Olivares, Juan Daura o Torcuato Cayón. Éste último padrino de Benjumeda.

El siglo XVIII fue llamado por muchos historiadores 'El Siglo de Oro' y Cádiz no se podía quedar atrás porque, fue tanta la importancia de la ciudad en aquella época, que llegó a ser la capital de España durante tres años durante el Asedio NapoleónicoAdemás, su población aumentó espectacularmente hasta alcanzar más de cien mil habitantes, cantidad similar a la que tiene hoy día.

En aquellos tiempos, Cádiz tuvo un ambiente cosmopolita por la presencia de comerciantes extranjeros, especialmente italianos y franceses que suponían casi el diez por ciento de la población. Estas personas trajeron el gusto por la arquitectura, la ópera y en general, todas las ideas de la Ilustración.

La Ilustración fue un movimiento que afirmaba que la razón humana era capaz de combatir la ignorancia y la superstición para construir así un mundo mejor, debido a este empeño de luchar contra la oscuridad de la ignorancia por medio de la luz de la razón, el siglo XVIII fue también llamado 'El Siglo de las Luces'

Hoy día podemos contemplar en el casco antiguo de Cádiz, a una ciudad casi idéntica a la que conocieron sus habitantes en aquellas fechas, el Neoclasicismo se deja ver por las calles y edificios como en pocas ciudades.



La Iglesia de San José en la zona de Extramuros de la ciudad es uno de los exponentes del estilo neoclásico en la ciudad de Cádiz, junto al Palacio de la Diputación, antes de la Aduana; el edificio Valcárcel, usado en aquellas fechas como Hospicio. La antigua Cárcel Real que actualmente es la Casa de Iberoamérica. La Catedral o el Ayuntamiento de la ciudad. 

sábado, 1 de junio de 2024

Cádiz hacia 1492.

 

Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente, fue fundada en el 1100 a.C. por los fenicios con el nombre de Gadir, y vivió siglos de esplendor durante sus épocas cartaginesa y romana. Sin embargo, con la dominación musulmana se convierte en una simple aldea de pescadores hasta su reconquista por el rey Fernando III, en 1240, y la posterior repoblación llevada a cabo por Alfonso X el Sabio en 1262. 

Partimos por tanto de este hecho para centrar la visión de Cádiz como lo que será a partir de ahora, un puerto comercial decisivo para la Corona por su privilegiada situación geográfica. 

El rey Alfonso X hace venir pobladores leoneses, castellanos, catalanes y, sobre todo, vizcaínos y santanderinos; además de algunos extranjeros: portugueses, italianos y franceses. Así se empieza a fortificar la ciudad, donde se erigió en 1263 una sede episcopal y se convirtió en 1265 la mezquita musulmana en Catedral, con el deseo expreso del Rey Sabio de ser enterrado en el templo gaditano, deseo que no se vio cumplido a su fallecimiento. 

La repoblación cristiana, iniciada en otoño de 1262, se vio dificultada dos años después con la revuelta de los mudéjares, pero la decisión del Rey era definitiva: Cádiz debía convertirse en una importante base naval para la proyectada conquista del litoral norteafricano. Para ello se le concede el título de ciudad en 1268, así como un término municipal rico y extenso para asegurar su auto subsistencia, extendiéndose éste hasta los límites de Sanlúcar. Pero la instalación de pobladores fue lenta y complicada, por la amenaza constante de los benimerines que saquean las costas gaditanas repetidas veces desde 1275 a 1285. 

Además, Cádiz ve disminuir su importancia con la concesión de la Carta-Puebla al Puerto de Santa María, que se convierte en base militar y naval de primer orden; así como por la reducción de su término municipal por apoderarse Jerez de un sector importante de la Bahía. Por otro lado, a fines del siglo XIII, la ciudad queda cercada por las posesiones de Alfonso Pérez de Guzmán, que recibe la villa de Sanlúcar tras su heroica defensa de la plaza de Tarifa, donde muere su hijo por negarse a entregar la ciudad a los benimerines.

Con la hegemonía castellana establecida en la zona, el rey Enrique IV concede a Rodrigo Ponce de León, en 1470, el Señorío y Marquesado de Cádiz. Se inicia así una nueva etapa que se caracterizará por un tráfico comercial intenso y de forma monopolística con el norte de África. El auge que estaba tomando el comercio con Berbería comienza a atraer hacia la zona a un importante número de comerciantes genoveses, que vieron dificultada su actividad en el Mediterráneo oriental por el avance de los turcos, y que deciden instalarse en Cádiz. 

La influencia genovesa de la ciudad será desde el S.XV uno de sus rasgos más peculiares, y por ello es éste un hecho de singular importancia. A finales de siglo, Jerez era la más destacada de las ciudades de la provincia gaditana. Le seguían las villas señoriales de Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María, dedicadas a la pesca y a la exportación, sobre todo de vinos. Cádiz, con apenas mil cien habitantes, era la cuarta población de la provincia; pero su hora definitiva llegó en 1492.

Ya un año antes había sido utilizado su puerto como punto de partida de las expediciones que culminan la conquista de Canarias. 

Y si Cádiz fue descartado para el primer viaje de Cristóbal Colón parece ser que fue porque los Reyes Católicos prefirieron usar su amplio puerto para que salieran de allí los judíos expulsados. 

Se calcula que 150.000 abandonaron la península en 1492, la mayoría a través de Cádiz, que fue también utilizada por Pedro de Estopiñán en 1497 como base para la conquista de Melilla. 

Pero, a partir del descubrimiento del continente americano, el marco social, político y económico de España se vería profundamente alterado, y el futuro de Cádiz pasaría a depender decisivamente del nuevo rumbo que tomará a partir de ahora la política comercial de la Corona. Por ello, en 1493, a la muerte de Rodrigo Ponce de León, los Reyes Católicos negocian con sus herederos el cambio de la isla de Cádiz por otras villas del interior, pasando a convertirse ésta en ciudad realenga, concediéndosele el monopolio del comercio africano a fin de realizar un mayor control y fiscalización de la entrada de oro y mercancías en el Reino.




miércoles, 1 de mayo de 2024

Mis fotos antiguas de Cádiz.

1 de mayo de 1936. Un grupo de gaditanos y gaditanas de todas las edades se fotografían junto al Edificio Amaya en la actual Plaza de San Juan de Dios. En la fecha señalada, era denominada Plaza de la República.

Pinchar en la foto para ampliar.  (1420 x 1305 px. 5,3 mb)



lunes, 1 de abril de 2024

Don Bartolomé Llompart Bello. Gaditano ilustre. Periodista.

 

Nació Bartolomé Llompart en Cádiz en el año 1911 y aquí cursó sus estudios, primero en San Felipe Neri, después se graduó en la Escuela de ‘El Debate’, dirigida por Ángel Herrera Oria

Más tarde, desarrolló su labor como periodista, a la vez que trabajaba en su puesto como funcionario en la Caja de Ahorros de Cádiz.

Comenzó en el periódico ‘La Información’, que en los primeros años de la posguerra se convirtió en semanario con el nombre de ‘La Información del lunes’, luego se denominó ‘Hoja del Lunes’ donde llegó a ser redactor jefe.  De ahí pasa a ‘Diario de Cádiz’. Fue un destacado articulista local y Presidente de la Asociación de la Prensa gaditana. Estuvo en activo más de cincuenta años en su ejercicio profesional, durante todo ese tiempo estuvo a disposición de cualquier persona que se le acercara o solicitase cualquier tipo de colaboración. 



Muy querido y respetado en Cádiz, gozaba de un gran prestigio ganado por su amabilidad, cortesía, y una sólida formación. La categoría y calidad de este hombre sería difícil de igualar. El ingenio y la gracia fina de Cádiz la emanaba en aquellos escritos que publicaba en la prensa, en este medio escribía en artículos, algunos de ellos con sección fija en una columna llamada “De ayer a hoy” sobre costumbres y anécdotas reales de la vida de la ciudad, donde interactuaba frecuentemente con un personaje ficticio llamado ‘Manué’  sobre temas gaditanos. 

En pocas ocasiones se ha registrado hacia una persona un cariño y una admiración tan amplios, sin distinciones de ninguna clase. Sus artículos y conversaciones estaban llenos de gaditanismo y de humor nunca hiriente.

Por ser un gran conocedor del folklore gaditano y de cualquier festividad que se desarrollase en la ciudad, escribió también numerosos artículos de Carnaval y Semana Santa, a la que denominó 'La Bella Escondida' en consonancia con la famosa Torre Mirador de Cádiz. También fue el primero que comparó a la ciudad de Cádiz con la de La Habana, cosa que luego inmortalizó Carlos Cano con su famosa 'Habaneras de Cádiz'.



Fue distinguido con un Antifaz de Oro en el Carnaval Gaditano de 1979, del que fue pregonero ese año, concedido como premio a la entrega la fiesta gaditana por excelencia por parte de letristas, directores de agrupaciones y músicos. El otorgado a Bartolomé Llompart tuvo un carácter extraordinario y su adjudicación fue aprobada por unanimidad.

Bartolomé Llompart Bello falleció el 19 de noviembre de 1983, dejando un hueco imposible de rellenar. 

La comparsa ‘Las quince piedras’ (1984) original de Enrique Villegas, le dedicó una cuarteta de despedida en su popurrí que decía así:






(Recitado) 

Y antes de que volvamos a nuestras aguas de La Caleta, 
antes de que termine la fantasía del Carnaval, 
quiero dejar constancia de mi recuerdo con esta letra 
al que fue gran periodista Don Bartolomé Llompart. 
Escritor de fácil pluma, ágil, profunda y salada, 
ameno conferenciante, 
hombre bueno y tolerante, 
una mezcla de finura y de gracia gaditana.

(Cantado por Alegrías de Cádiz) 

Está llorando 'Manué', 
a la puerta del Diario. 
Está llorando 'Manué' 
porque ha perdido al amigo, 
su amigo Bartolomé.  
Cuando se va un gaditano, 
Cádiz en el alma lo siente, 
cuando se va un gaditano, 
que Cádiz quiere a su gente, 
aunque lo exprese cantando.







miércoles, 6 de marzo de 2024

El Campo del Sur: Un paseo con historia en Cádiz.

 

El Campo del Sur, es un paseo marítimo emblemático de Cádiz, de aproximadamente 1300 metros de longitud y que va desde la antigua Cárcel Real (Hoy Casa de Iberoamérica) hasta el Baluarte de los Mártires, donde empieza la playa de La Caleta. Guarda en su nombre y entorno las huellas de su pasado. Su historia se remonta a varios siglos y está marcada por diferentes etapas.


El nombre original no era Campo del Sur, si no que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo: Paseo del Vendaval, Murallas del Vendaval, Murallas del Sur, Paseo del Sur, hasta llegar finalmente al actual.


La zona ha estado siempre vinculada al mar, siendo parte de la muralla defensiva de la ciudad. Estas murallas protegían a Cádiz de los embates del viento y del oleaje, sobre todo del proveniente del sur, de ahí su nombre original. 

También tiene edificios notables tales como la Cárcel Vieja (1794) obra de Torcuato Cayón y que hoy alberga la Casa de Iberoamérica; el Colegio de La Salle Mirandilla (1895) auspiciado por el filántropo Don José Moreno de Mora y Vitón, el Colegio 'Campo del Sur' (1930), de estilo regionalista con reminiscencias barrocas y una impresionante portada con torre a modo de campanario, obra del arquitecto Antonio Sánchez Esteve. 

Dejando atrás la antigua Cárcel Real y ambos colegios encontramos los vestigios del Teatro Romano de Cádiz, el segundo más grande de la Hispania Romana, superado solamente por el de Córdoba por escasos metros. El diámetro del graderío semicircular es de 118 metros y su aforo sería aproximadamente de diez mil espectadores y a día de hoy se encuentra en proceso de excavación. Probablemente, bajo el Campo del Sur yacen más vestigios de la antigua ciudad romana de Gades. 

También podemos admirar la parte trasera de la Iglesia de Santa Cruz, o Catedral Vieja, que data del año 1262 y que fue reedificada en estilo manierista y barroco en el siglo XVII. Junto a ella, la Torre del Sagrario, de planta cuadrada finalizada en 1692 y reformada en el s. XVIII por Torcuato Cayón. 

Al lado de la Iglesia de Santa Cruz, comenzamos a ver también por su parte trasera la Catedral de Cádiz, que comenzó a edificarse en 1722 según proyecto del arquitecto Vicente Acero, terminándose en 1838 pasando por diseños de Gaspar y Torcuato Cayón, Miguel Olivares, Manuel Machuca o Juan Daura.

También albergó una plaza de toros hecha de madera (La Hoyanca) que estuvo activa desde 1862 hasta 1914 y que estuvo ubicada junto a los colegios antes citados. O la Fundición de la empresa 'Compañía Anónima de Suministros Marítimos e Industriales' (1918) que ya provenía de otros antiguos talleres ubicados en la zona y donde incluso se llegó a fabricar un barco en 1905. Luego pasó a llamarse 'Talleres Manzano' (1941) cambiando luego a 'Vigorito' S.A. en 1950 hasta finales de la década de los setenta del pasado s. XX en la que desapareció, descubriéndose bajo este edificio el Teatro Romano que tratamos anteriormente.

A lo largo de los siglos, el Campo del Sur ha ido transformándose y adaptándose a las necesidades de la ciudad, pasando de ser una fortificación militar a un paseo marítimo desde donde se puede apreciar la inmensidad del océano a simple vista.

En enero de 1915, debido a los temporales que sufría la ciudad en esas fechas, se formó un socavón de más de treinta metros justo a la espalda de la Catedral, el desastre fue de tal calibre, que quedaron a la vista incluso los cimientos del propio edificio catedralicio. Haciéndose cargo de las reparaciones el Ministerio de Fomento que efectuó obras de emergencia por un importe de casi 250.000 pesetas de la época. Siendo visitadas los trabajos de reparación en marzo de ese mismo año por el entonces rey de España Alfonso XIII, repitiendo visita en 1917 en la finalización de las obras y normalización del lugar.

En 1948 se construyeron los característicos bloques de hormigón para reforzar la protección de la muralla frente al oleaje del sur. Dicha obra fue ejecutada por las Empresas 'Hidrocivil' y 'Morgades' financiada por el Ministerio de Obras Públicas encabezado entonces por el ministro José María Fernández Ladreda. Los bloques de hormigón se fabricaron a pie de muralla y fueron colocados por grúas en el asentamiento en el que hoy los contemplamos. 




Hoy en día, el Campo del Sur es un lugar de ocio y paseo para gaditanos y visitantes, ofreciendo unas vistas impresionantes de la ciudad y el mar.










jueves, 1 de febrero de 2024

Mis articulistas preferidos: José Ángel Agudo Domínguez.

 Arqueología tranviaria. Por José Ángel Agudo Domínguez.

En estas líneas quiero dar a conocer un tema muy poco tratado hasta el día de hoy, pero como amante que soy del mundo tranviario también me apasiona, y no es otro que el de los restos que aún perduran del tendido eléctrico de nuestra red de tranvías y trolebuses que circularon por nuestras avenidas, calles y plazas durante el siglo pasado.

Desde 1906 y hasta la terminación del servicio de tranvías en 1964 y de trolebuses en 1975 quedando sólo autobuses, existió en nuestra ciudad un tendido eléctrico aéreo que compartía el paisaje cotidiano de la misma.

La gran mayoría de ese tendido aéreo estaba soportado por postes de diferentes materiales según la época, pero hay también otros recorridos en que ese tendido se sujetaba sobre las fachadas de los edificios, incluso conjugando las dos alternativas de enganches sobre fachadas y postes.

Aquí comienza lo que denomino como encabezo este artículo: Arqueología Tranviaria, el trabajo lo inicio al rescatar los recorridos de las líneas desde principio de su puesta en servicio.

Está claro, que todo lo relativo al cableado que conducía la corriente eléctrica desde la central que se encontraba en las cocheras de la compañía en San Fernando y luego más tarde en Cortadura y que mediante el enganche de los ‘trolleys’ a la red daba movilidad al material móvil, fue retirado unos años más tarde de la terminación de cada concesión administrativa.

Pero en las fachadas de los edificios que aún no se han modificado sus antiguas estructuras, en otros pese a haberlo sido, se han seguido conservado los agarres del tendido eléctrico
 
Para localizar estos enganches de las tirantas del tendido, de los cuales aún sobreviven anclados a las paredes tres tipos de ellos y que he podido localizar, nos tenemos que ir a una distancia de 6,5 metros aproximadamente sobre el suelo que era la altura de la unidad móvil más el alzado del ‘trolley’ hasta el hilo cadmio conductor de electricidad, curiosamente algunos llevan en su lugar de emplazamiento más de 100 años y hoy en día aún perduran.

Lo más usuales suelen ser las argollas redondas, que son las que más números se conservan, los ganchos de tirantas y las rosetas, de cada modelo aporto una foto, para que el lector pueda hacerse idea de sus aspectos.

La confluencia de líneas en el Paseo Canalejas,  calles Lázaro Dou, Plocia y Cuestas de las Calesas, hacen de estos lugares los que más anclajes de los tres tipos se pueden encontrar, a pesar de que tras la restauración de la fachadas de la antigua Fábrica de Tabacos se perdieron todos, bueno todos no, queda uno a la salida de la Calle Lazado Dou, casi oculto que se les escapó y sigue en la misma recordando que esa calle fue un nudo muy importante de confluencias de líneas, las cuales la daban a la misma una vida cotidiana muy ajetreada en el ir y venir de los viajeros.

En esa zona y rodeando el Obelisco del Trimilenario existía lo que se denominaba un bucle aéreo, y en ella se daba el intercambio de varias líneas produciendo el salto de chispas que se desprendían de los ‘trolleys’, al cruce entre sí mismo de los hilos del tendido.

Todavía siguen en su lugar, algunos de los enganches de la línea número 2 que fue la primera en desaparecer y que cubría el recorrido desde la Alameda Apodaca al Balneario, efectuando por las calles Antonio López y Calderón de la Barca la subida y el regreso tras girar delante del Convento del Carmen por la Plaza de Arguelles a Plaza de España para incorporarse por el Paseo de Canalejas a la vía del Balneario.

Curiosamente las vías terrestres de estas calles se utilizaron para la ampliación de nuevas líneas, quedando los anclajes en las paredes de sus edificios como mudos testigos del tiempo del paso del tranvía por ellas. La Compañía para su instalación debió de solicitar permiso a los propietarios de las fincas, supongo que no pocos problemas encontrarían para ello.

En lo referente a Puerta Tierra, la calle Ciudad de Santander, conserva una importante cantidad de estos anclajes, ya que la misma era el paso de ida y vuelta de la línea de trolebuses que efectuaba el servicio de Diputación a San Severiano, es más aún se utilizan algunos para la colocación del cableado del alumbrado navideño, casi 80 años después siguen siendo útiles, incluso un anclaje de roseta que se encuentra a la entrada de la actual rotonda del antiguo puente de San Severiano del mismo permanentemente de él cuelga un cable de este alumbrado.

Para documentar este trabajo que ha consistido en llegar a tener una relación completa de todos los anclajes encontrados, así como su ubicación, aparte de hacer lo recorridos de las diferentes líneas que han estado en servicio en la ciudad, he utilizado también fotos del amplio archivo del que dispongo y otras cedidas por otros compañeros, que han permitido en muchos lugares, ir a los puntos concretos donde se encontraban los mismos. Terminemos como lo hacemos en el argot tranviario: 

¡COBRADOR, LA PRÓXIMA!


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lunes, 8 de enero de 2024

Mis fotos antiguas de Cádiz.

 Mis fotos antiguas de Cádiz. 

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El maestro nacional Don Sérvulo Miguel González, de la Escuela nº3 de la Plaza de San Martín. 

Innovador en los métodos pedagógicos de la época rompiendo las rutinarias prácticas docentes. 

Trabajando con grandes mapas, figuras geométricas, etc., para que los alumnos distingan por colores las provincias, regiones, aristas, planos, medidas... 

Según la prensa de aquella fecha, era una nueva forma de enseñanza que era mucho más instructiva y grata para el alumnado.

Cádiz 1928.



lunes, 4 de diciembre de 2023

La Barriada de la Paz en sus comienzos.

 

En el año 1969, el Instituto Nacional de la Vivienda, editó un folleto publicitario anunciando en el Polígono 'Los Corrales' la construcción de viviendas y urbanización con toda clase de prestaciones en aquel enorme terreno, que se convirtió poco tiempo después en la popular Barriada de la Paz. 

Justificación antecedentes y necesidades.

Entre las realizaciones que el Instituto Nacional de la Vivienda está llevando a cabo en todas las regiones españolas, para contribuir a resolver el problema de la especulación del suelo, destaca, no sólo por su importancia intrínseca , si no también y especialmente  por su privilegiada situación y belleza, el Polígono Residencial 'Los Corrales', situado en Cádiz.

A las razones de escasez de viviendas sentida en Cádiz, se unía la escasez de suelo, agravada por la imposibilidad d expansión de la ciudad, al estar prácticamente rodeada por el mar. 


Por ello, y ganando terrenos marítimos, se escogió el emplazamiento de este polígono en el istmo gaditano.

En octubre de 1961, la Comisión Central de Urbanismo aprobó la delimitación del polígono, cuyo plan parcial de ordenación fue aprobado en julio de 1961 y los proyectos de urbanización en noviembre del mismo año.

Destino de las superficies

La superficie total del Polígono 'Los Corrales' se distribuirá de la siguiente forma:


- Superficie de las parcelas de viviendas: 101.600 m2 (23,62%)
- Superficie de las parcelas de edificaciones complementarias: 102.300 m2 (23,78%)
- Superficie de viales y aparcamientos: 132.510 m2 (30,81%)
- Superficie de espacios libres: 87.320 m2 (20,30%)
- Superficie de zonas y reserva: 6430 m2 (01,49%)

Con lo que lleva a un total de 430.160 m2 y el 100% de porcentaje. 

De estas superficies, las que se refieren a viales, aparcamientos y espacios  libres, se cederán en su totalidad gratuitamente al Ayuntamiento. 

La superficie construida se desglosa así: 

- Superficie construida en viviendas: 239.134 m2
- Superficie construida en edificaciones complementarias: 86.942 m2

Resultado un total de superficie construida de 326.076 m2. La edificabilidad media resultante es de 2,25 m3/m2.




Viviendas y edificios complementarios

Siguiendo las directrices del Plan Nacional de la Vivienda, todas las viviendas que se construyen en el polígono serán de protección oficial. El número total de viviendas programadas asciende a 2.751; se calcula que el número de habitantes que ha de albergar el barrio será aproximadamente de 11.000 personas, con una densidad de población de 255 habitantes por hectárea.

El tipo de viviendas previsto serán en torre de 10, 12 y 15 plantas. Además de viviendas en edificio de doble crujía, con 5, 6, 8 y 10 plantas, incluyendo algunos bloques de locales comerciales de una sola planta. 

Las edificaciones complementarias se han programado de acuerdo con las indicaciones del Plan Nacional de la Vivienda, que serán las siguientes:

- Escuela de enseñanza primaria. 5, con 56 grados.
- Instituto femenino.
- Instituto masculino.
- Colegio menor.
- Escuela de promoción social.
- Guarderías infantiles. 2, con 357 plazas.
- Centros parroquiales. 2.
- Centro social.
- Centro administrativo.
- Centro cívico.
- Dispensario médico.
- Local de espectáculos.
- Hotel.
- Mercado.
- Comercio y oficinas.
- Garajes.
- Central eléctrica.
- Zona deportiva.
- Aparcamientos públicos. 2.790 plazas.
- Aparcamientos privados. 446 plazas.  

Condiciones económicas.

La inversión realizada asciende a 305 millones de pesetas. 

La repercusión del precio del suelo sobre el metro cuadrado de edificación construida oscila entre 549 pesetas y 1.000 pesetas, según la categoría de las viviendas.

La enajenación de las parcelas se efectuará de acuerdo con normas establecidas en el Reglamento para la aplicación de la Ley de Viviendas de Protección Oficial, aprobado por Decreto 2.114/1.963, de 24 de julio, y la Orden Ministerial de 26 de mayo de 1969.


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